El diario La Nueva España comenta el libro De toros, toreros y tendidos
domingo,
06
febrero
2005
Francisco Sosa Wagner, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de León y prestigioso autor con más de 25 libros catalogados, ha publicado recientemente un libro dedicado a una de sus pasiones: los toros. El libro titulado De Toros, toreros y tendidos (UNED, Alzira, Valencia, 2004), está escrito con la colaboración del historiador Adrian Shubert y de Victorino Martín García.
El libro es comentado hoy en el diario asturiano La Nueva España por José Ignacio Gracia Noriega quien dedica su columna al autor. Según Gracia Noriega el libro está escrito "con lucidez y conocimiento" del mundo del toro. Explica que la parte correspondiente a lo que escribe Shubert añade hechos noticiosos del "toreo femenino" y especialmente aporta una visión histórica del toreo como "espectáculo de multitudes". Y recuerda como las corridas fueron el "primer espectáculo de Occidente que requirió una arquitectura especializada para su desarrollo, con asistencia de un público numeroso". Ese efecto contagioso no se da en otros espectáculos hasta 1870 aproximadamente, tiempo en el que comienzan a celebrarse espectáculos multitudinarios en el mundo anglosajón: partidos de fútbol en Inglaterra y de baseball en EE UU. "El estudio del toreo como institución social", escribe Shubert, "y de la reacción que los españoles tuvieron hacia él nos ayuda a escribir la historia moderna de España con más perspicacia que si declaráramos que el torero y otras instituciones sociales son meramente frivolidades, poco o nada merecedoras de la atención de historiadores serios".
De toros, toreros y tendidos es un libro de un taurófilo autodeclarado como severo, a quien nada le convence: "espectador de un solo toro, de una sola faena, de un solo torero". Defiende Francisco Sosa Wagner que los niños vayan a los toros, porque en la TV y en la calle ven violencia de sobra, y además sin arte. Ensalza la importancia de las ganaderías y el protagonismo del toro, lamentando que los medios cada vez se ocupen menos de los toros, dedicando sus espacios, en especial la TV, al fútbol y a los famosos. Gracia Noriega concluye su columna con una frase sentenciosa con que Sosa Wagner resume a la fiesta: "La imprevisión ordenada que hace del toro uno de los empeños más paradójicos que existen".
El libro es comentado hoy en el diario asturiano La Nueva España por José Ignacio Gracia Noriega quien dedica su columna al autor. Según Gracia Noriega el libro está escrito "con lucidez y conocimiento" del mundo del toro. Explica que la parte correspondiente a lo que escribe Shubert añade hechos noticiosos del "toreo femenino" y especialmente aporta una visión histórica del toreo como "espectáculo de multitudes". Y recuerda como las corridas fueron el "primer espectáculo de Occidente que requirió una arquitectura especializada para su desarrollo, con asistencia de un público numeroso". Ese efecto contagioso no se da en otros espectáculos hasta 1870 aproximadamente, tiempo en el que comienzan a celebrarse espectáculos multitudinarios en el mundo anglosajón: partidos de fútbol en Inglaterra y de baseball en EE UU. "El estudio del toreo como institución social", escribe Shubert, "y de la reacción que los españoles tuvieron hacia él nos ayuda a escribir la historia moderna de España con más perspicacia que si declaráramos que el torero y otras instituciones sociales son meramente frivolidades, poco o nada merecedoras de la atención de historiadores serios".
De toros, toreros y tendidos es un libro de un taurófilo autodeclarado como severo, a quien nada le convence: "espectador de un solo toro, de una sola faena, de un solo torero". Defiende Francisco Sosa Wagner que los niños vayan a los toros, porque en la TV y en la calle ven violencia de sobra, y además sin arte. Ensalza la importancia de las ganaderías y el protagonismo del toro, lamentando que los medios cada vez se ocupen menos de los toros, dedicando sus espacios, en especial la TV, al fútbol y a los famosos. Gracia Noriega concluye su columna con una frase sentenciosa con que Sosa Wagner resume a la fiesta: "La imprevisión ordenada que hace del toro uno de los empeños más paradójicos que existen".
