DATOS DE
Luis Miguel Encabo
Anunciarse cuarenta tardes ante toros de Victorino Martín, y las que aún le quedan, es algo de lo que pocos toreros pueden presumir. Si a eso le añadimos las 24 orejas cortadas a los más de 70 toros lidiados en plazas de la importancia de Madrid, Valencia, Pontevedra, Gijón, Nimes… nos encontramos con uno de los toreros que, por derecho propio, ocupa uno de los puestos de honor en la historia de esta divisa.
¿Te consideras un especialista en ‘victorinos’?
Me considero, más que un especialista, un torero que ha toreado un buen número de corridas de Victorino Martín y que, en un porcentaje alto, ha sabido entenderlos.
¿Qué caracteriza al toro de Victorino?
Aunque se haya dicho en múltiples ocasiones, creo que una de las características que más definen al toro de Victorino es la forma de humillar, humilla muchísimo. También la falta de inercia define al toro de Victorino y, me explico, es un toro que va hasta dónde le llevas, no más allá. A diferencia de otros toros, que pueden desplazarse medio metro o un metro más allá de donde les llevas, el toro de Victorino llega hasta donde le lleve el muletazo. También es un toro que se encuentra mucho más a gusto toreándolo por abajo que levantando la mano. Estamos, al mismo tiempo, ante un encaste muy inteligente, que permite muy pocos errores.
¿Qué requiere el toro de Victorino del torero?
Por encima de todo, una concentración máxima. Es un toro que no permite errores, si cometes un error lo pagas. Es un toro muy exigente.
¿Es una ganadería dura?
Par a mí la ganadería de Victorino Martín es, sobre todo, una ganadería brava. Si me preguntan si la bravura es dureza, contestaría que, probablemente, sí. Pero no la considero una ganadería dura, la considero brava y exigente.
¿Cuál es, para ti, la mayor virtud del toro de Victorino?
Que cuando te sale uno bueno, metiendo la cara por abajo, con la transmisión y la manera de embestir que lo caracteriza y consigues hacerte con su embestida el muletazo es estratosférico.
¿Qué le dirías a un torero que se prepara para matar su primera corrida de Victorino?
Que antes de ponerse delante de ella analizara a fondo su comportamiento, que observara de manera minuciosa todos y cada uno de sus movimientos, que no dejara pasar por alto ninguna de sus reacciones. Yo, en su lugar, me vería unos cuantos vídeos.
¿Qué corrida de Victorino te ha dejado mejores recuerdos?
Han sido muchas, pero recuerdo una de manera muy especial. Se celebró el 3 de agosto de 2003 en Pontevedra y corté cuatro orejas.
Durante la faena al toro Murciano, Madrid 2002, un toro premiado como el más bravo de San Isidro.
¿Compensa el esfuerzo añadido que hay que hacer con este tipo de toros?
Absolutamente, por dos motivos: primero, por verte anunciado frente a esta divisa y; segundo, porque matar una corrida de Victorino es sinónimo de estar anunciado en una feria importante.
Óscar Aranda
Foto: Alberto Simón