Reacciones en la prensa a la corrida de San Isidro 2003
sábado,
07
junio
2003
Unanimidad en la prensa madrileña de hoy al enjuiciar la corrida lidiada ayer en Las Ventas.
Zabala de la Serna, en ABC, titula "La gran lección de Victorino" y añade: Qué gran lección de Victorino Martín en una corrida inolvidable, lustrosa, imponente y de irreprochable trapío, noble y brava, con fijeza y temple, entera y verdadera.
Javier Villán, en El Mundo, titula: "Victorino encumbra una Feria horrible" y reseña: "toros enrazados, con movilidad y trapío. Bravos segundo cuarto y sexto, manso con peligro el tercero, muy complicado el primero y noble y flojo el quinto. (…) Esto ha terminado como las buenas comedias o los buenos dramas, con una excelente corrida de Victorino Martín.
Antonio Lorca, en El País, titula "Ángel y Demonio". En su análisis dice: "Al final saludó el mayoral de la ganadería y el respetable se divirtió, que no es poco, aunque no hubo puerta grande como mandaba la lógica, ni se redimió la fiesta de los toros con esta corrida en la que hubo de todo, aunque no invalidez ni falta de casta. Lo que sí hubo de verdad fue un ángel y un demonio. Un torero actor (Esplá) y un valiente pinchauvas (Robleño).
Juan Posada, en La Razón, titula "Una Feria de San Isidro por seis victorinos". Dice en su crónica: "Los toros del ganadero de Galapagar, encastados, bravos y nobles, culminaron un desastroso ciclo. Victorino Martín y su hijo, que también aporta su sapiencia, recibieron una merecidísima ovación al ser arrastrado el sexto de sus toros. Una corrida encastada y brava, que son dos cosas distintas, que cuando se juntan sube el nivel de la Fiesta a cotas insospechadas".
Ignacio Álvarez Vara, Barquerito, en los diarios del Grupo Correo, titula "Excepcional victorinada y cierre de San Isidro". Dice en su crónica: "Fue la mejor corrida de Victorino en Las Ventas en mucho tiempo. Pudieron haber salido a hombros todos. Los tres toreros y el ganadero."
Zabala de la Serna, en ABC, titula "La gran lección de Victorino" y añade: Qué gran lección de Victorino Martín en una corrida inolvidable, lustrosa, imponente y de irreprochable trapío, noble y brava, con fijeza y temple, entera y verdadera.
Javier Villán, en El Mundo, titula: "Victorino encumbra una Feria horrible" y reseña: "toros enrazados, con movilidad y trapío. Bravos segundo cuarto y sexto, manso con peligro el tercero, muy complicado el primero y noble y flojo el quinto. (…) Esto ha terminado como las buenas comedias o los buenos dramas, con una excelente corrida de Victorino Martín.
Antonio Lorca, en El País, titula "Ángel y Demonio". En su análisis dice: "Al final saludó el mayoral de la ganadería y el respetable se divirtió, que no es poco, aunque no hubo puerta grande como mandaba la lógica, ni se redimió la fiesta de los toros con esta corrida en la que hubo de todo, aunque no invalidez ni falta de casta. Lo que sí hubo de verdad fue un ángel y un demonio. Un torero actor (Esplá) y un valiente pinchauvas (Robleño).
Juan Posada, en La Razón, titula "Una Feria de San Isidro por seis victorinos". Dice en su crónica: "Los toros del ganadero de Galapagar, encastados, bravos y nobles, culminaron un desastroso ciclo. Victorino Martín y su hijo, que también aporta su sapiencia, recibieron una merecidísima ovación al ser arrastrado el sexto de sus toros. Una corrida encastada y brava, que son dos cosas distintas, que cuando se juntan sube el nivel de la Fiesta a cotas insospechadas".
Ignacio Álvarez Vara, Barquerito, en los diarios del Grupo Correo, titula "Excepcional victorinada y cierre de San Isidro". Dice en su crónica: "Fue la mejor corrida de Victorino en Las Ventas en mucho tiempo. Pudieron haber salido a hombros todos. Los tres toreros y el ganadero."