Herradero de la camada que saldrá a las plazas en 2005
Una vez terminada la temporada comienzan las faenas de campo en la ganadería y la primera de ellas ha sido el herradero de machos y hembras de un año de edad, mas de 300 añojos y añojas, que durante los tres últimos días han quedado marcados a fuego con sus señas de identidad y han recibido los cuidados sanitarios de vacunaciones y desparasitación oral que les corresponden..
Un total de 260 animales de la ganadería Victorino Martín (140 hembras y 120 machos) y más de setenta patasblancas de la ganadería Monteviejo (44 hembras y 27 machos) han quedado herrados en su costado derecho, con el guarismo 1 en la paletilla (año ganadero de nacimiento), el hierro de la ganadería en la llana, el hierro de la Unión de Criadores en el anca y el número de camada en el costillar.
En la ganadería Victorino Martín las hembras se hierran con números seguidos desde el 1 hasta el 999, independientemente del año de nacimiento, para volver a comenzar con el 1 al llegar a mil hembras herradas. En el caso de los machos el sistema es igual pero vuelve a comenzarse desde el 1 al término del segundo año.
La faena de herradero comienza puntualmente a las nueve de la mañana y continúa sin interrupción alguna hasta que se completa la faena del día (añojos victorinos el primer día, añojas victorinas el segundo y patasblancas de Monteviejo el tercero). Todas las faenas son dirigidas por Victorino Martín padre desde la zona de corrales y por Victorino Martín hijo desde la zona de herrado y saneamiento y de ellas toma buena nota el veterinario del Libro Genealógico de la Unión de Criadores, asociación ganadera a la que pertenecen ambos hierros, quien reseña los animales y comprueba que los datos (pelo y morfología) coinciden con los del destete.
Los hierros que se utilizan para las faenas, calentados al rojo en un fuego de propano, son manejados a veces por invitados a la faena que apadrinan un animal. En el herradero de este año ha participado, entre otros, el torero Dámaso Gómez.
El herradero permite al ganadero sacar algunas primeras conclusiones sobre las características morfológicas y el comportamiento que tendrán los animales cuando sean tentados y cuando lleguen a las plazas de toros en la temporada de 2005. Entre un 10% y un 20% de estos animales se perderán para la lidia en los próximos tres años, la mayoría de ellos estropeados en peleas que se hacen más violentas a partir de los tres años de edad.
